sábado, 20 de enero de 2007

Leones del Caracas



Tras diez años sin conseguir un título en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional el equipo Leones del Caracas retoma la senda ganadora, alcanzando su campeonato número dieciséis en una temporada en la que sus eternos rivales, Navegantes del Magallanes, y los defensores del título, Tigres de Aragua, fungían de favoritos para disputar la final.La tropa melenuda logró sacar del camino a su tradicional contrincante y en un duelo felino rompió todos los pronósticos para obtener un nuevo título, mostrando los frutos de un proceso de transición y renovación.Cerrando el capítulo por todo lo alto, los Leones del Caracas sumaron a sus filas un grupo de refuerzos de lujo, encabezado por el grandeliga Ramón Hernández y el criollo estrella del béisbol japonés Alex Carbrera, y con la fanaticada de todo el país al hombro consiguen su segundo título en la Serie del Caribe, en su edición Maracay-Valencia 2006, veinticuatro años después de haber obtenido su primera corona del evento regional.Con el título, el conjunto capitalino devuelve el protagonismo al país en la pelota del Caribe, tras una sequía de títulos de diecisiete años, y deja un ejemplar sabor a unión con la fanaticada de todas las novenas criollas unidas en un solo nombre: Venezuela.El comienzo de una tradiciónCorría el año 41 y Venezuela asistía a su segunda Serie Mundial de Béisbol Amateur, una pugna que empezaba a tomar forma y popularidad desde su primera celebración en 1938 en tierras inglesas.
Con La Habana como sede desde 1939, el torneo iniciaba acciones de su IV edición el día 27 de septiembre con la participación de las novenas de Cuba, México, Panamá, República Dominicana, Estados Unidos, Nicaragua, Puerto Rico, El Salvador y Venezuela.
Apuntalado con la excelente labor del lanzador Daniel “Chino” Canónico, el conjunto venezolano se impuso en el clásico de la pelota mundial amateur arrebatando el título al equipo cubano, campeón de la cita deportiva en 1939 y 1940.
El triunfo del conjunto criollo fue celebrado por todos los venezolanos y le dio un indiscutido impulso a la disciplina para convertirse en el primer deporte del país.
Martín Tovar Lange, un hombre de una amplia visión de futuro, tenía muy clara la popularidad que alcanzaba el béisbol tras el triunfo en la Serie Mundial de Béisbol aficionado y decidió orientar todo su interés en una franquicia de este deporte.
Tovar Lange tardó poco en convencer a la directiva de Cervecería Caracas de adquirir el equipo Cervecería Princesa y así, el 11 de mayo de 1942, debutaba en Puerto Cabello el equipo Cervecería Caracas imponiéndose a Los Criollos con pizarra de 7 carreras por 3.
Con las estrellas del título del Mundial en su nómina, Tovar Lange puso la guinda comprando el estadio de San Agustín, al que cambió su nombre por Cerveza Caracas.
El 27 de diciembre se enfrentaban Cervecería Caracas y Magallanes. Una destacada labor de Vidal López, “El Muchachote de Barlovento”, apoyada además por su implacable bateo dio el triunfo a los capitalinos 3 anotaciones a 0. La historia ponía en bandeja el comienzo de una tradición.
En 1946 Tovar Lange ve cumplirse su objetivo cuando la pelota criolla da el salto al profesional y las novenas de Cervecería Caracas, Magallanes, Venezuela y Vargas celebran el primer torneo de pelota rentada en el país. Bajo la dirección del estelar lanzador Daniel “Chino”Canónico, el conjunto del litoral se titula campeón de la primera edición con récord de 18 triunfos y 12 derrotas.
En la temporada 46-47 repetiría Vargas y desde la 47-48 hasta la 51-52 se repartirían el título Cervecería Caracas y Magallanes, titulándose el criollo en la 47-48, 48-49 y 51-52, y su rival en la 49-50 y 50-51. Nacía la mayor rivalidad de la pelota criolla.
Nace la garra
El éxito del Cervecería Caracas pronto se traduciría en problemas. La facilidad con la que se imponía la novena capitalina enfrío un poco la emoción de la pelota criolla originando cierto desinterés por parte de la afición. La directiva del Cervecería decide vender la franquicia y por un monto de unos 80 mil bolívares, alrededor de 23 mil dólares, se hacen con el equipo los locutores deportivos Pablo Morales y Oscar Prieto Ortiz.
Comienza la temporada 1952-53. Un nuevo estadio para la ciudad de Caracas: el moderno e imponente Universitario, y un nuevo nombre para su exitoso equipo: Leones del Caracas, que se titularían campeón bajo la dirección de Martín Dihigo. A su vez, la novena melenuda continuaba brindando a la afición nuevas marcas y hazañas como el primer blanqueo a su principal rival, el Magallanes, el día 19 de noviembre a cargo del lanzador Dick Starr, primer serpentinero extranjero que se montaba en la lomita felina, o el nuevo récord de 28 estafadas para una temporada instaurado por Gale Wade el 8 de febrero de 1953.
En adelante, el dominio de los Leones se moderó y la liga mostró un beneficioso equilibrio, sin embargo, los melenudos no dejaron de ser protagonistas. Durante la campaña 1955-56 el serpentinero Lenny Yochin lanzó el primer no hit no run de la liga profesional criolla nada más un nada menos que frente a los Navegantes del Magallanes.
En la zafra 56-57, con un blanqueo de John Jancse sobre los Industriales de Valencia los Leones ganan su segundo título de la liga profesional. Bob Wilson se convierte en el primer melenudo en ganar el título de bateo con un average de .350.
En el transcurso de los años 60 el protagonismo de los Leones no menguó, titulándose en cuatro ocasiones, en las campañas 61-62, 63-64, 66-67 y 67-68. Los jugadores Víctor Davalillo y César Tovar deleitan a sus seguidores con sus inolvidables actuaciones y se suman a la tropa jugadores de incomparables cualidades: Pete Rose, José Tartabull, Jim “El Bagre” Hunter, Diego Seguí, Luis Tiant, Gonzalo Márquez, Aurelio Montagudo y Dámaso Blanco, entre muchos otros.
El 23 de noviembre de 1961 Víctor Davalillo propinó 14 ponches a la batería del Pampero, marca para un criollo. Dos temporadas después, Davalillo se convertiría en el segundo jugador en cerrar una campaña con .400 de promedio. El 3 de noviembre de 1963 el infield de los Leones realizó el primer triple play en su historia.
En la 64-65 el lanzador Ken Rowe ganó dos encuentros el mismo día y al día siguiente los bates del Caracas lograron nueva marca para el momento de 25 imparables en contundente triunfo frente a los Navegantes del Magallanes 21 carreras por 5. Un no hit no run propinado al Magallanes por Howie Reed en la 68-69 despedía una década de éxitos.Durante los años 70 los Leones del Caracas continuaron con sus logros aumentando sus títulos en la liga profesional a nueve. Los melenudos se hicieron con los campeonatos de las campañas 72-73, 77-78 y 79-80 y sus jugadores implantaron marcas que aún se encuentran vigentes como los emblemáticos 20 vuelacercas en una temporada despachados por el receptor Baudilio Díaz, un carismático jugador adorado por la afición.
El 18 de noviembre de 1971 los capitalinos conectaron 26 incogibles para romper el récord de 25 impuesto en la liga por ellos mismos. Las víctimas, sus eternos rivales, los Navegantes del Magallanes, terminaron perdiendo el encuentro 22 carreras por 9. El 6 de enero de 1973 Urbano Lugo padre se convirtió en el primer criollo en lanzar un no hit no run en la pelota criolla rentada, frente a los Tiburones de La Guaira. En la 74-75 Víctor Davalillo disparó su hit número 1 mil de por vida, en la 76-77 Adrian Garret registró 28 encuentros consecutivos bateando de hit mientras que Jesús Marcano Trillo instauró una nueva marca en disparos sin cometer error alcanzando 262 desde la segunda base.
La década cerró no con uno sino con varios broches de oro. El 10 de enero culminaron una temporada perfecta contra sus eternos rivales, los Navegantes del Magallanes, al propinarles la derrota número 14 de 14 encuentros en la temporada, el 12 de enero Baudilio Díaz devolvió a las gradas un lanzamiento de Aurelio Monteagudo implantando el récord de más vuelacercas durante una campaña, vigente en la actualidad, y el 29 de enero, bajo la dirección de Felipe Rojas Alou, se hicieron con su noveno título.
Durante los años 80 los Leones no cesaron en su camino a la gloria dentro de la pelota venezolana, convirtiéndose en el conjunto más ganador de forma indiscutida al alcanzar cinco nuevos campeonatos.
En la temporada 80-81 se titularon consecutivamente, por segunda vez en su historia. Inconforme con la hazaña la novena repitió el título en la 81-82 siendo el primer equipo en lograr titularse tres veces seguidas. El colofón: la corona en la Serie del Caribe celebrada en Hermosillo, México.
El hit número 1 mil 500 de Víctor Davalillo destaca entre las marcas alcanzadas por los felinos durante la década; 19 victorias consecutivas para un lanzador, por Tom Dixon, o más bases estafadas en una temporada (44), por Donell Nixon, entre otras más.
En la 86-87 el equipo capitalino alcanza su título número doce de manera encomiable con un no hit no run del lanzador Urbano Lugo Jr. a los Tiburones de La Guaira el día 24 de enero. Un año después, con el apoyo de sus temibles toleteros, encabezados por Antonio Armas, y contando en la lomita con estrellas como Ubaldo Heredia, los melenudos logran su décimo tercer campeonato, título consecutivo por tercera vez.
Durante la temporada 88-89 un blanqueo de 1 carrera por 0 a los Navegantes del Magallanes implantó una nueva marca en la liga de 18 victorias consecutivas. En la 89-90 Antonio Armas despachó un cuadrangular frente a los Cardenales de Lara el 31 de enero y los capitalinos alcanzaban título número catorce.
Durante la década de los 90 los Leones del Caracas no dejaron de ser protagonistas en las postemporadas de la pelota criolla, sin embargo, tan sólo fue uno el título que pudieron materializar. Igualmente la emoción no faltó: en la temporada 93-94 los capitalinos y los Navegantes del Magallanes disputaron la primera final en su historia. El gusto se lo llevaron los rivales de los felinos.
Las marcas y hazañas tampoco faltaron durante los 90. Urbano Lugo alcanzó 50 victorias de por vida y Jesús Hernández implantó la marca de 40.1 entradas sin permitir carreras.
En la temporada 94-95 los Leones se vengaron de la reciente derrota en la final frente a sus eternos rivales dejándolos fuera de la final en un juego extra. Enfrentando a las Águilas del Zulia la novena melenuda alcanzó su título número quince.
Los capitalinos alcanzaron la final tres veces más pero cayeron ante sus rivales: en la 96-97 frente a los carabobeños nuevamente, y las 97-98 y 98-99 ante los Cardenales de Lara.
El nuevo siglo inició para los Leones con algunos altibajos. Tras estar ausente en las finales de las primeras campañas de los años 2000, y atravesar un proceso de reestructuración, la tropa felina alcanzó la serie definitiva de la campaña 2004-05 pero cayó frente a los Tigres de Aragua, sin embargo, en la campaña siguiente los conjuntos felinos repitieron pero esta vez los capitalinos se impusieron de manera contundente 4 partidos a 1, culminando la serie en casa ante toda su fanaticada, obteniendo su banderín número dieciséis, tras diez años de sequía.Reforzando sus filas con un grupo de estrellas y jóvenes promesas, entre ellas Ramón Hernández, Alex Cabrera, Géremi González y Luis Rodríguez, la novena felina cumplió de anfitrión de la Serie del Caribe Maracay-Valencia 2006 en la que con un contundente invicto de seis triunfos se coronó campeón por segunda vez del clásico de la región, regresando a Venezuela el título tras diecisiete años de sequía.Con sus nuevos triunfos, los Leones del Caracas regresan al palmarés de la pelota rentada criolla y del Caribe, se reconcilian con su paciente fanaticada y, sin duda, prometen nuevos laureles, de la mano de un conjunto lleno de jóvenes promesas del béisbol venezolano.

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